20 de fevereiro de 2017

um poema de edmundo camargo

Voz Mínima 

El viento llena su red
con pájaros
y a la noche el viento la llena
con astros.
Mas se el viento entra a mi alma
y la sacude, las hojas
caen a través de mis ojos.

Su canto estaba lleno
de luciérnagas
y su palabra percutida
era un rostro de vidrio
al silencio.
Calló, y entró la noche
a llenar el vacío.

El polvo se alzó en cruces
la piedra manó sed
los pájaros
huyen mi corazón
mientras el aire
quiebra su vuelo petrificado
como lanzas de cristal.



Su puerta estaba cerrada
como la cicatriz
de su ausencia.
Pasó mi pie
mas se quedó mi alma
como perro guardián
a orilla de una tumba.

Nenhum comentário: